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DOS PINCELADAS SOBRE HERVÁS


(S. G. I., Madrid, 13 de octubre de 2011)

EL CAMINO, EL DE DENTRO Y EL DE FUERA, NO TIENE FIN: LO CONSTRUYEN LOS PROPIOS PIES.


Es éste un viaje a paisajes naturales, pero también a mis paisajes interiores: imposible delimitar lo que queda a cada lado de la ventana que es mi cámara. Es éste un viaje iniciático al interior de vosotros mismos que pasa por mirar, también, al exterior.

Abrimos una puerta a los caminos que recorren las montañas de Hervás. También, y muy especialmente, a los caminos que os recorren y que quizá nunca hayáis osado hollar. Nos esperan muchos lugares nuevos. Y cada unos de vosotros descubrirá, por su cuenta, otros paisajes interiores no menos hermosos, una tierra virgen: vuestro pequeño reino privado.

PARA LOS SERES HUMANOS DE BUENA VOLUNTAD



Hace frío fuera. Pero las caléndulas de mi jardín aún florecen tercas; no se rinden ante la inclemente estación. Se resisten a dejar de iluminar los pequeños soles. Las flores con vocación de astro, inexplicablemente, todavía calientan. Saben que todo pasa. También, que todo llega.

Que el nuevo año os traiga casi todos vuestros deseos. Todos no. Sólo, casi. Que quede en el tintero ese otro casi, medida necesaria de ilusión, esperanza y afán de conquista. Que quede en el tintero ese otro casi que es espuela de lucha y resistencia. Para que así, cada año venidero, la estación se revele menos cruda y el frío, menos intenso.


Annie Lennox interpretando God rest ye merry gentlemen





SILENCIO JUSTIFICADO

Salomé Guadalupe Ingelmo, Ángel Ganivet, Concurso Literario Internacional Ángel Ganivet, Concurso Literario Ángel Ganivet, Concurso Ángel Ganivet, Premio Ángel Ganivet, Certamen Ángel Ganivet
 Salomé Guadalupe Ingelmo, Ángel Ganivet, Concurso Literario Internacional Ángel Ganivet, Concurso Literario Ángel Ganivet, Concurso Ángel Ganivet, Premio Ángel Ganivet, Certamen Ángel Ganivet



















Existen, siempre, muchas vías para hacer escuchar nuestra voz. Toda mi gratitud para quienes han depositado en mí su confianza y me han permitido hacer escuchar la mía de la forma que más me gusta, a través de la narrativa: a la CIINOE y Ediciones COMOARTES, y en particular modo a José Víctor Martínez Gil que lo ha acompañado decisivamente en el proceso editorial. Así mismo, un recuerdo muy especial, lleno de afecto, para todos los compañeros que tan solidariamente han tenido palabras de fraternal aliento hacia esta antología y su autora, sobre todo para Fátima Martínez Cortijo, escritora, profesora y narradora oral escénica, Premio Iberoamericano "Chamán", y para Fernando Rodríguez Sosa, periodista y crítico literario, Premio Nacional de Periodismo Cultural del Ministerio de Cultura de Cuba. Prometo trabajar cada día con mayor ahinco hasta estar en un futuro a la altura de su generodidad.


“LA IMPERFECCIÓN DEL CÍRCULO:
INTROSPECCIÓN Y REVELACIÓN”



Ediciones COMOARTES, como una de las acciones más relevantes en 2012 de sus cinco años de fundada, presenta conjuntamente el primer libro de cuentos de la escritora Salomé Guadalupe Ingelmo (España) y una entrevista a esta autora, dentro de mi “Indagación sobre la narrativa” en la Colección Contemporáneos del Mundo, la más extensa hasta ahora en dicha serie y, de hecho, por su número de páginas y excelsitud, un libro en sí. 


Los títulos: La imperfección del círculo, de Salomé Guadalupe Ingelmo, trece cuentos en antología de la propia autora y a mi pedido expreso: once con diversos y significativos reconocimientos literarios internacionales y nacionales, y dos inéditos –apertura y cierre–; y La narrativa es introspección y revelación” / entrevista a Salomé Guadalupe Ingelmo, volumen titulado con una brillante afirmación de la escritora, de quien Ediciones COMOARTES ya ha publicado, entre más, su excelente cuento inédito “Sueñan los niños aldeanos con libélulas mecánicas” –para un primer cuaderno independiente– en Los Cuadernos de las Gaviotas 6, Madrid / México D. F., España / México, 2010; y a quien ha incluido en la selección, realizada por el Director Ejecutivo de estas Ediciones, el escritor José Víctor Martínez Gil: Antología de cuentos iberoamericanos en vuelo (treinta autores de trece países).



Es La imperfección del círculo una antología rica, y de la belleza y la minuciosidad. Marcada por el ejercicio de la escrupulosa composición, por un lenguaje cuidado al extremo, se advierte de principio a fin una preocupación desmesurada, inusual, por las palabras. No sólo por lo que éstas dicen, sino también por lo que sugieren en un plano racional y emotivo. Su autora se revela experta en apelar al inconsciente del lector, logrando implicarlo y conmoverlo con una prosa que, desde una poderosa convocatoria, tantas veces destila lirismo; una prosa siempre emotiva, de la más elevada sensibilidad.


Y todo ello aderezado con una concepción absolutamente moderna del relato en tanto estructuras, con unos tiempos casi cinematográficos que hacen extremadamente fluida y amena su lectura. Unas formas que la revelan hija de su tiempo y heredera de grandes directores, sin renunciar por ello a  la inestimable herencia de los imprescindibles autores clásicos, de los que la escritora claramente ha sabido nutrirse. 


Se puede afirmar que esta antología es un ejercicio de sinceridad y honestidad. Y, desde los múltiples argumentos tratados, es al mismo tiempo, libro de gran cohesión y coherencia; donde la autora nos revela muchas de sus preocupaciones respecto al mundo actual. Respecto al ser humano: el de ahora y el de siempre. Porque como su propio título indica, parecemos dispuestos a cometer los mismos errores una y otra vez hasta el fin de los tiempos. Tras el texto, y sin fatalismos, se vislumbra una mano intencionada a plantar batalla por las causas que considera justas; aún dispuesta a confiar incansablemente en la capacidad de redención humana.  


Desde la literatura como arte, esta colección de relatos es, a la par que riesgo narrativo de virtuosismo y brillantes convocaciones de la expectación, una llamada a la reflexión. Al cambio. Abrimos la puerta, que ella primero ha abierto con su talento, a una autora franca, sin disposición a fariseísmo alguno para ganarse el favor del lector; a una escritora comprometida con la literatura, pero también, muy seriamente, con su propia especie. Damos satisfechos en nuestras Ediciones la bienvenida al primer libro –como lo hicimos a su primer cuaderno– de un ser humano que lucha tenazmente contra el escepticismo respecto a su especie. Sin duda alguna, con La imperfección del círculo, Salomé Guadalupe Ingelmo rubrica su compromiso con la que a todas luces, en lo más íntimo, considera su causa: mejorarse y mejorar al tiempo a sus semejantes.  


Una serie de retratos de Salomé Guadalupe Ingelmo realizada por el reconocido pintor español Alejandro Cabeza en http://www.alejandrocabeza.net/  permite completar la visión de la autora de La imperfección del círculo desde la poderosa personalidad y diversas facetas que transmiten las imágenes creadas con maestría.



Y completamos la presentación con una entrevista a la escritora que se inscribe en un conjunto ya extraordinario, el que he logrado reunir interaccionando con prestigiosos escritores, en mis series “Indagación sobre la dramaturgia, la narrativa, la poesía”.






Ediciones

COMOARTES 

CONTEMPORÁNEOS DEL MUNDO 
No. 22 
INDAGACIÓN SOBRE LA NARRATIVA 
ENTREVISTA A
SALOMÉ GUADALUPE INGELMO
(España) 
"LA NARRATIVA ES
INTROSPECCIÓN Y REVELACIÓN"
De las preguntas: 
–Si tuviera que indicar siete puntos indispensables
a los que debe responder como arte literario una obra narrativa,
¿cuáles señalaría?
 
De la respuesta a otra pregunta:

"La narrativa nos permite reorganizar el mundo,
darle un sentido a nuestra presencia en él.
Nos ayuda a descifrarnos y comprendernos,
a enfrentarnos a nosotros mismos
y perder el miedo; a ser más libres.
Nos concede más elementos de juicio y más argumentos.
Y por ello nos hace también más indulgentes y tolerantes:
nos ayuda a preocuparnos por entender a los demás.
Nos permite descubrir otras vidas y vivirlas
 cuanto menos en nuestra imaginación.
A veces, con un poco de suerte,
incluso nos ofrece ejemplo y alternativas
para cambiar realmente la nuestra.
La narrativa nos recuerda que no estamos solos.
Por eso, en una sociedad cada día más incomunicada,
resulta esencial para conservar nuestra humanidad,
para no acabar de olvidar que somos seres gregarios.
La narrativa apacigua esa soledad que a menudo nos corroe. 
(…)

 Salomé Guadalupe Ingelmo, Ángel Ganivet, Concurso Literario Internacional Ángel Ganivet, Concurso Literario Ángel Ganivet, Concurso Ángel Ganivet, Premio Ángel Ganivet, Certamen Ángel Ganivet, Alejandro Cabeza
Salomé Guadalupe Ingelmo por Alejandro Cabeza


SOBRE LA IMPERFECCIÓN DEL CÍRCULO SE HA ESCRITO
 

Salomé Guadalupe Ingelmo es mujer de densidades, de manejo soberbio de la palabra, de exploración de la naturaleza y de los cuerpos y sus mentes. Desde ahí, sus cuentos del libro La imperfección del círculo se sumergen en imágenes que pudiéramos tildar de oníricas pero que parecen apoyarse en recuerdos, lecturas y descubrimientos personales (un fragmento familiar, una imagen pictórica, un retazo de historia, un juego simbólico...). Ha bebido de los grandes y juega con sus imágenes literarias, se ha dejado impactar por sus huellas. Sin embargo, cautiva por sus sugerencias y atrevimientos. No se frena, no se contiene, no compendia, sino que se desborda y presenta cuadros de pinceladas profundas donde el suceso es mínimo y los colores son protagonistas. A veces la intensidad extrema marca la estructura, y en ocasiones el desenlace no importa tanto como el arranque vital e indiscutible: Con sus textos el lector se ha de entregar para entender, no debe suponer, sino confiar y, claro es, no puede ser un lector primerizo, porque el hermetismo de algunos pasajes y el conocimiento de los antecedentes es condición sine qua non para disfrutarla. Su creación es para no perdérsela.
Fátima Martínez Cortijo, escritora y profesora, narradora oral escénica: Premio Iberoamericano "Chamán".


En La Habana, a 16 de diciembre de 2012

Salomé Guadalupe Ingelmo se me ha develado ahora, gracias a Ediciones COMOARTE, en su real alcance y trascendencia. No sólo me han llegado sus relatos, verdaderas joyas narrativas de cuidada e impecable factura, textos que cuentan de las realidades y conflictos del ser humano y su mundo. He conocido, también, quizás como necesario complemento a sus historias de ficción –y conducido por el inteligente cuestionario formulado por el maestro , las ideas, los puntos de vista, las opiniones, que, sobre el arte de narrar, preocupan y ocupan a esta talentosa escritora española. No se equivoca, por ello, cuando categóricamente afirma que la narrativa nos ayuda a no olvidar, a recordar o a descubrir quiénes somos; a forjar y defender nuestra identidad. Salomé Guadalupe Ingelmo está convencida de la certeza de sus palabras y, quien lo dude, que lea estos cuentos antologados en La imperfección del círculo.

Fernando Rodríguez Sosa, periodista y crítico literario, Premio Nacional de Periodismo Cultural del Ministerio de Cultura de Cuba.
 
En geometría, el círculo es la base de todo elemento gráfico a realizar. Es hermoso, definitivo y preciso. A partir de él nace cualquier otra forma.
El libro La imperfección del círculo de Salomé Guadalupe Ingelmo es una precisión de la escritura, por su desbordante capacidad creativa y por la fascinación perfecta que desata en los ojos que desgranan sus historias. Historias con una base humana y emocional incontestables. La imperfección del círculo es la obra de una arriesgada e inmensa artista de la literatura, que nos lleva irremediablemente cual sombra de nuestro ser, a perseguirla hasta que nos damos cuenta de que es parte nuestra.
Además, en un mágico descubrimiento, al leer el índice con los títulos de sus textos, descubrí una increíble historia, como si su creadora no hubiese querido que la obra finalizara con el punto final del último cuento.
La imperfección del círculo es la precisión maravillosa de la emoción y de las palabras.

José Víctor Martínez Gil, escritor y artista oral, Director Ejecutivo de la CIINOE, Premio Iberoamericano “Chamán”. 



Mercedes Sosa interpretando Siembra

 

TIME-OUT

Catedral Nueva de Plasencia

Pongo la televisión y veo a un policia abriéndole la cabeza con una porra a un menor de trece años. Agrediendo después a su familia, que intenta pedir ayuda, mantenerle a él y a sus compañeros, algunos de los cuales tampoco encuentran escrúpulos para usar la violencia, alejados del herido. No es Somalia o Afganistán, sino Tarragona.

El menor no es ni siquiera un manifestante lo que tampoco hubiera justificado la brutalidad gratuita sino lo que "ellos" probablemente definirán como un "daño colateral"; un chiquillo cuya familia cometió el terrible error de salir a pasear. Es decir, a mí me sueltan la cadena y yo agredo a bulto; la cosa es saciar mi sed de sangre. Porque alguien quiere recordar a todos que la calle es suya, y no desea que quede ninguna duda al respecto. Por eso, ahí estoy yo para hacer el trabajo sucio.

Me pregunto si este individuo será igualmente valiente a cara descubierta, sin el uniforme de antidisturbio, sin su escudo y su porra. Me pregunto si se atrevería a enfrentarse a esa madre de paisano, desarmado –doblemente desarmado por carente de razones. Y sinceramente lo dudo. El valor suele ser inversamente proporcional a la agresividad. Si luego ésta se ejerce sobre los más débiles e indefensos... En efecto resulta aún más repugnante.

Me pregunto si el susodicho individuo –y los compañeros que le secundaron sin empacho conoce el significado de la palabra remordimiento. Aunque me extrañaría. Me pregunto si tiene familia. Si mañana podrá mirar a los ojos a sus hijos, a su mujer,  a su madre... Me pregunto si los suyos podrán mirarle a la cara a él.

Existen muchas formas de violencia, toda detestable: explícita o, mucho más inquietante, encubierta y enmascarada. Existe, también, la violencia institucionalizada. Un género que, justamente, ha costado gobiernos en el pasado, incluso en el reciente.

Métodos propios de otros funestos periodos, de otros abominables régimenes, ¿no nos dan mala imagen en el extranjero? Porque entiendo que en este país para algunos, como siempre, los ajenos o según qué ajenos, según su estatus cuentan más que los propios. Y la imagen, mucho más que las ideas. Que en ese sentido, las convicciones resultan siempre un incómodo lastre.

Yo, por supuesto, puedo recibir órdenes. Pero como individuo independiente que soy, tengo conciencia. ¿Acaso no nos repugnan los crímenes contra la humanidad cometidos durante la Segunda Guerra Mundial? ¿Acaso no reprobamos a quienes los cometieron, los mismos que se justificaron diciendo que sólo cumplían órdenes de sus superiores? Un soldado se deshonra antes desobedeciendo a la más elemental humanidad que a sus mandos.

Quizá haya llegado el momento de decidir de qué parte está cada uno, dónde ve la justicia y su causa. Hace muchos años ya, en 1917, otros seres humanos que podrían haberse escudado tras el mismo razonamiento, que podrían haberse limitado a actuar cumpliendo órdenes, se plantearon  la misma pregunta. No es cuestión de colores; hay personas de buena voluntad en todos los ámbitos políticos y religiosos. Es cuestión de algo mucho más básico e irrenunciable: de dignidad, honestidad y fidelidad a principios que están por encima de nosotros mismos.

Samaritana, Julio Romero de Torres

Para escuchar al grupo Quilapayún interpretando La muralla


Quilapayún tuvo su primer concierto en Madrid en el añorado pabellón del Real Madrid. Era una sala enorme, lo que preocupó a los organizadores. Fue lleno total. El ambiente, fraternal y conmovedor. Puedo dar testimonio porque yo esta allí. No era mi primer concierto. Corría el 1977, yo tenía cuatro años, pero curiosamente lo recuerdo. Recuerdo en concreto cómo participaron todos los asistentes en esta canción. Lo recuerdo como si fuera hoy. Quizá por según qué cosas no pase el tiempo. 


MÁS VIVOS QUE NUNCA



Tumba de Enrique Pérez Comendador y Magdalena Leroux, cementerio de Hervás



NIGHTMARE OF THE VAMPIRES

Soy sólo un espectro.
Qué daño puedo hacerte
débil como estoy,
maniatado…
Tras triturarme los huesos,
me has roto todos los dientes;
los pies me has cercenado…
Y aun así he de volver
de la muerte.

Haces bien en temerme:
imposible taparle la boca
a quien de cuerpo está privado.
No hay lugar donde esconderse,
compañero;
soy un pedazo de tu inconsciente,
cuervo de ti desgajado.
La lengua que me cortaste,
por su cuenta,
cada noche
justicia
ha de seguir reclamando.

Antes 
o después
te acabarás resignando.
Tenemos toda la eternidad
para aprender a compartir
este mausoleo en ruinas
al que nos has condenado.
                                                                                  (S. G. I., Madrid, 14 de noviembre de 2012)

Rey Midas, Nicolas Tournier
 
Para escuchar a Neil Young interpretandoVampire blues



Para escuchar a Outkast interpretando Draculas’s Wedding



REVELACIÓN


Catedral Vieja de Plasencia


En estos últimos días, por motivos que no vienen al caso aunque existen –nada sucede porque sí, aunque algunos se empeñen en hacernos creer lo contrario– he releído una novela descubierta hace muchos años, cuando aún vivía en Italia. No soy aficionada al género policíaco, pero aprecio la buena literatura más allá de los géneros y los argumentos. Por eso recomiendo El silencio de Dios, de Gilbert Sinoué, a los amantes de la novela policiaca. Pero también, en general, a todos aquellos seres dispuestos a no dejarse aniquilar por la ciega y sorda ortodoxia; a quienes cultivan la duda constructiva, la reflexión esclarecedora y enriquecedora –si bien no exenta de dolor–. Jamás, el devastador escepticismo.
Son tiempos para reflexionar sobre el libre albedrío. Porque en lo más íntimo cada uno de nosotros sabe lo que está bien y lo que no. Por eso es necesario aprender a despojarse de miedos o intereses; hacerse responsable de los propios actos y sus consecuencias. Es necesario no cerrar la puerta a la propia conciencia.


Atravesará un camello el ojo de una aguja antes de que la ausencia de escrúpulos pise el reino de los cielos. Estoy segura. Es estrecha la ranura para quienes no aman ni respetan a sus semejantes. Da igual en lo que digan creer, porque resulta demasiado fácil leer en sus corazones… de piedra.

Ángel de la Revelación, William Blake

Para escuchar a Florence and the Machine interpretando No Light, no light




FUMATA BLANCA


Ya está disponible el programa definitivo del III Edición de Extremadura en la Red, el encuentro de los blogueros extremeños. Este año, dedicado a Las Villuercas
Muchas gracias a conferenciantes y organizadores, sin cuyo esfuerzo nada de todo esto sería posible. Es un privilegio tener raíces en una región activa en la protección del medio natural, sus gentes y tradiciones. No sé si un día lograremos una sociedad más respetuosa y justa, aunque confío. Si ese día llega, vuestra aportación habrá sido de gran peso. Toda mi admiración y reconocimiento para vosotros y para todos los participantes y asistentes. En general, para todos los que, de forma activa o sencillamente como espectadores concienciados, se implican en esta noble causa. 


Para escuchar a Pablo Guerrero interpretando Extremadura

https://www.youtube.com/watch?v=cLf-nvPHMqA


LA VOZ DEL AMO

Monumento a los perros, Ayuntamiento de Canencia al fondo


Con tal de dar la razón a quien conviene, mintamos, tergiversemos, usemos argumentos torticeros…
Insultemos, además, a las víctimas, que muriéndose nos han fastidiado el negocio y nos han puesto –¡qué desfachatez!– en un aprieto: los muchachitos mueren porque son unos borrachos. No sé qué es peor, si un alcohólico –suponiendo que lo sea–, al fin y al cabo, un enfermo, o un mentiroso patológico que pretende manipular a toda costa, a sabiendas. Qué creen estos personajillos que se autoproclaman periodistas –señores, no basta con un diploma firmado por el Rey, su disciplina exige un determinado acercamiento a la realidad del que ustedes son del todo incapaces– que obtendrán defendiendo, permanentemente, lo indefendible. O qué obtienen en efecto.... ¿Dormirán por las noches? Una cosa les alabo, esa falta absoluta de complejos: porque decir según qué cosas con los cadáveres –metafóricos o reales– aún frescos y que no se te caiga la cara de vergüenza… Claro que a lo mejor he confundido los términos y lo que no tienen, sencillamente, son principios.
Existe un dicho muy castizo, no demasiado elegante pero trágicamente cierto. Pues sí, además, apaleados. Siento vergüenza ajena. Y ganas de pedir perdón por otros a quienes han perdido a los suyos. Porque todos somos responsables, yo la primera, si, callando, hemos permitido que estos individuos sin escrúpulos hayan creído que todo vale y que son intocables; que nada de cuanto digan o hagan tendrá consecuencias. Basta ya de falsos profetas por boca de los cuales hablan siempre instancias más altas, que no superiores. Al menos, por cuanto respecta a moralidad y ética. Se da el caso que sólo se puede enseñar de lo que se sabe: a aprender, de nuevo, a la escuela.


Mentira, Salvator Rosa

Para escuchar a Joan Manuel Serrat interpretando Yo me manejo bien con todo el mundo

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PESADILLA ANTES DE NAVIDAD



Cementerio de Hervás

TRICK OR TREAT
Noche oscura
de almas.
Noche de muertos:
sueños eternos
suspendidos de un hilo
cortado a destiempo.

Elijo el trato
y me das el truco.
Codicia: no te basta
hacerme morir de miedo.
En un ataudito pequeño
disfrazada de cadáver
me mandas al cementerio.
                                                                                  (S. G. I., Madrid, 1 de noviembre de 2012)

La muerte de un avaro, El Bosco


Para escuchar Esto es Halloween, BSO de Pesadilla antes de Navidad

Para escuchar a Eric Clapton interpretando Tears in heaven

PASEO POR LA NADA BUCÓLICA CAMPAÑA


Canalón junto a un conocido bar de Hervás


EL ROSTRO IMPENETRABLE
Me pregunto si serás
sólo un producto publicitario.
Si únicamente, fachada,
vacía apariencia.
No sé si bajas o subes,
si sales o entras.
Si realidad o quimera.
Quizá, sólo una holografía
proyectada sobre mi conciencia.
Lo confieso, mea culpa;
he de hacer penitencia.

Te pregunto.
Con cara de poker,
escapas por peteneras…
Desconcierto.
Comprendo tu amor patrio,
pero no justifica el tablao flamenco;
no es hora de intempestivos jaleos.
Diálogo de necios:
de tu boca salen frases
pensadas con el pie
más que con la cabeza.
¿Habrá un desfase en el audio?
¿Serás un replicante cortocircuitado,
un Roy Batty cualquiera?...
O te lo montas mejor que nadie
y, con tu cara de piedra,
ríes para tus adentros
ignorándome a sabiendas…

Dudo.
Me confundes,
lo confieso.
Pero aún así las cuentas no salen;
sospecho…
Sospecho que eres farfolla,
todo imagen:
una caja bien envuelta
vacía por dentro.
De prestar oídos al aire 
y entrar al trapo,
demasiado tarde,
me arrepiento.
               (S. G. I., Madrid, 30 de octubre de 2012)

La reproducción prohibida, René Magritte
El hijo del hombre, René Magritte


Para escuchar a Lady Gaga interpretando Poker face

SIN PUENTES NO HAY CAMINO



Puente del Retamar, Las Rozas (Madrid)

La discreción es un don precioso que no abunda. Hay personas que nacen con esa cualidad, pero la discreción también se aprende. La dan, además, los años y la experiencia. O al menos así sucede normalmente. La discreción es, en palabras pobres, esa lucecita de alarma que se te enciende en el cerebro cuando estás a punto de traspasar las fronteras del compromiso, explícito o tácito. La discreción es la oportunidad preciosa, incalculable, de cerrar la boca a tiempo. De cerrarla para evitar, por ejemplo, que en un arranque de insensatez ofendas a terceros. O para evitar que hayas de tragarte tus indiscretos comentarios más adelante. Entre otras cosas porque, como decíamos ayer, pedir perdón, pedirlo sinceramente, no resulta sencillo a la mayor parte de los mortales. Y si bien es signo de humildad, verse obligado a realizar ese sano ejercicio demasiado a menudo también puede resultar indicativo de otras cosas. Porque lo cierto es que, a mis años, ya no creo en el perdón sino en el sincero arrepentimiento. Y éste, como caminar, sólo se demuestra con el andar… del tiempo. A mi edad, la verdad, ya no creo en las palabras que no se ven justamente avaladas por consecuentes actos. Para resumir, no creo demasiado en las peticiones de perdón, sino en el propósito de enmienda. O más bien, en los actos para resarcir y enmendar.
La comunicación, como la confianza, se puede comparar con un tejido delicado. Para que no se rompa, una regla básica consiste en pensar antes de hablar: reflexionar sobre si lo que digo en efecto expresa correctamente lo que quiero decir, y sobre cómo afectará esto a mi interlocutor. No pensar en cómo recibirá el otro mi mensaje es signo, cuanto menos, de egoísmo. Puede que también, de prepotencia.
Únicamente los puentes nos salvan de la incomprensión, de ser islas, de caer en el tumultuoso río de la demencia… Hay que tender puentes hacia el entendimiento, la empatía y la solidaridad. Hay que tender puentes hacia el otro… Si no queremos acabar quedándonos definitivamente solos.

El grito, Edvard Munch

Para escuchar a Elton John interpretando Madman across de whater


SEGÚN EL CRISTAL



Compañero lanzándose vorazmente sobre chuletón de 700 gr en un conocido establecieminto de Hervás

 
EN LOS MUNDOS DE YUPI
En los mundos de yupi vivo
y de mi carrusel no me bajo.
Girando en el tiovivo
las penas en breve mato.
Me hastía cuanto veo
si me digno a mirar hacia abajo.
Qué pequeño es el mundo
cuando observas desde lo alto.
Perdona que no me aflija
si aplasto alguna hormiga
con mi zapato.
Lloraría su pérdida
de pertenecer a su estrato.
Pero en el Olimpo vivo
y de mi pedestal no me bajo.
Sed buenos y plañid en silencio
que quiero echar una cabezadita un rato.
Limitaos a hacer lo que yo diga,
pero no aspiréis a hacer lo que yo hago.
                  (S. G. I., Madrid, 27 de octubre de 2012)

La Balsa de la Medusa, Théodore Gericault

Para escuchar la Lacrimosa del Réquiem de mozart

Los verdaderos protagonistas estan aquí