.

.

DOS PINCELADAS SOBRE HERVÁS


(S. G. I., Madrid, 13 de octubre de 2011)

EL CAMINO, EL DE DENTRO Y EL DE FUERA, NO TIENE FIN: LO CONSTRUYEN LOS PROPIOS PIES.


Es éste un viaje a paisajes naturales, pero también a mis paisajes interiores: imposible delimitar lo que queda a cada lado de la ventana que es mi cámara. Es éste un viaje iniciático al interior de vosotros mismos que pasa por mirar, también, al exterior.

Abrimos una puerta a los caminos que recorren las montañas de Hervás. También, y muy especialmente, a los caminos que os recorren y que quizá nunca hayáis osado hollar. Nos esperan muchos lugares nuevos. Y cada unos de vosotros descubrirá, por su cuenta, otros paisajes interiores no menos hermosos, una tierra virgen: vuestro pequeño reino privado.

ÚLTIMOS COMENTARIOS

  1. La imagen me encanta, pasear por el zoo siempre me ha gustado. Guadalupe, me ha gustado mucho la frase que has elegido y la musica.
    Un fuerte abrazo
    ResponderSuprimir
    Respuestas
    1. Aunque se trate de una naturaleza artificial, yo también le he encontrado siempre un fuerte encanto. Ligado quizá a tradiciones y recuerdos infantiles. Hasta hace muy poco solía ir una vez al año. Quizá debería volver ahora de otra mano. Besos.
      Suprimir
  2. Nobles palabras, las tuyas, que claman al cielo, pero ya ves que en este país triunfa lo mezquino y por eso se han cargado al juez Garzón.
    Salud!
    ResponderSuprimir
    Respuestas
    1. Este país, querido Funambulus, somos todos... Yo no estoy dispuesta a eludir mi parte de responsabilidad en los desaguisados, ni a tirar la toalla. Ante la catástrofe, yo no me siento a llorar. No tengo tiempo que perder; yo me arremango y comienzo a achicar agua. Si te quedas cerca te presto mi cubo. Besos.
      Suprimir
  3. Al leerte la poesía poco a poco va tomando ritmo armónico y la música nace instantáneamente..
    Aun siendo una poesía necesaria ante la injusticia, el pasado cruel que por momentos paso frente a uno. se sienten tus versos

    Que gusto leerte..

    Un abrazo
    Saludos fraternos..
    Que tengas un hermoso fin de semana..
    ResponderSuprimir
    Respuestas
    1. Yo también soy de los que creen que no se puede engañar al lector. Probablemente mucho menos si, además, es al tiempo autor. Esto es, indudablemente, una profesión. Y sin embargo... no es sólo eso. Tú ya lo sabes. Besos.
      Suprimir
  4. Odio las disputas, si éstas son violentas, a golpes, me retiro a la oscuridad del olvido.

    Me gusta el poema pero la parte añadida al final me parece muy lograda.

    Goya es, sin duda, mi pintor favorito. No me canso nunca de ver sus obras.

    Un abrazo!!
    ResponderSuprimir
    Respuestas
    1. Tú ya sabes, querida Laura, lo que pienso al respecto. No se puede construir armonía sobre el silencio. Mucho menos aún, sistemáticamente, sobre el silencio de los mismos. No estoy dispuesta a ofrecer lo que nunca pediría (y mucho menos exigiría) a un semejante. No se puede robar la palabra y la memoria a las personas. No se puede condenar a la invisibilidad y el miedo, a sentirse diversos y excluidos. Es un principio que protege también a quien no piensa como yo. Por si un día se me fuese la cabeza y decidiese olvidar lo que significa tolerancia.
      Es que Goya supo ver más allá de su época. Y se saltó tantas estúpidas reglas impuestas... Besos.
      Suprimir
  5. Unas brillantes y notables palabras, las tuyas, y las de muchos otros, que las elevamos al cielo.....
    Pero en estos momentos de "crisis" y en este país que "es diferente", ya se sabe...
    Me ha gustado el poema y la música, es una entrada de las de pensar, te tocan ahí arriba, y enciende un clik, que te hace penar y reflexionar...
    Saludos.-
    ResponderSuprimir
    Respuestas
    1. Creo, querido Enrique, que hay conclusiones a las que cualquier mente (y sensibilidad) libre de adoctrinamiento alguno llega por sí misma. Pensemos por tanto (y sintamos) olvidando prejuicios que, en el fondo, sin siempre lastres impuestos. Besos.
      Suprimir
  6. Aquellos que luchan sin saber porque lo hacen, clamarian paz si gozasen de tu espíritu. Saludos desde mi terruño.
    ResponderSuprimir
    Respuestas
    1. Y quién no escogería la paz de poder elegir, querido Jerónimo. Pero dudo mucho que ésta pueda exigir determinadas renuncias. Es un juego perverso ése al que juegan algunos al pretender convertir víctimas en verdugos, o cuanto menos en impedimentos para la grata convivencia. Besos.
      Suprimir

Los verdaderos protagonistas estan aquí