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DOS PINCELADAS SOBRE HERVÁS


(S. G. I., Madrid, 13 de octubre de 2011)

EL CAMINO, EL DE DENTRO Y EL DE FUERA, NO TIENE FIN: LO CONSTRUYEN LOS PROPIOS PIES.


Es éste un viaje a paisajes naturales, pero también a mis paisajes interiores: imposible delimitar lo que queda a cada lado de la ventana que es mi cámara. Es éste un viaje iniciático al interior de vosotros mismos que pasa por mirar, también, al exterior.

Abrimos una puerta a los caminos que recorren las montañas de Hervás. También, y muy especialmente, a los caminos que os recorren y que quizá nunca hayáis osado hollar. Nos esperan muchos lugares nuevos. Y cada unos de vosotros descubrirá, por su cuenta, otros paisajes interiores no menos hermosos, una tierra virgen: vuestro pequeño reino privado.

LLEGA LA PRIMAVERA A LA MONTAÑA. LOS PROBLEMAS QUE ELLO IMPLICA A LA HORA DE TRANSITAR POR LAS PISTAS MÁS ALTAS.


Lo creáis o no, a pesar de la nieve que veis en lo alto y del frío que aún hace por encima de los 1200 metros, la primavera está llegando a las montañas de Hervás. Aún hace falta fijarse mucho para darse cuenta, pero el proceso se ha puesto en marcha con el mismo entusiasmo de cada año y es ya irreversible. A partir de ahora empezaremos a asistir a la aparición de yemas en los árboles, de hojas en el sotobosque y de flores por todos lados. Sucederá de un día para otro sin previo aviso, porque así suceden siempre las cosas allí arriba. Así suceden las cosas importantes también en nuestra vida cotidiana, seamos sinceros.
Es un espectáculo fascinante y en muchos sentidos tranquilizador. No obstante, para los senderistas implica algunos problemas a tener en cuenta. Básicamente me refiero al deshielo. En estos momentos, los arroyos casi secos en verano discurren violentamente. Encontraréis agua incluso en lugares donde nunca la habíais visto antes. Ya sabéis que este año, además, ha llovido y sigue lloviendo mucho.
Quienes os acerquéis al Pinajarro desde la Pista de La Tejea debéis tener en cuenta que ya no podréis atravesar el Arroyo Forero. Ni lo intentéis. Aunque lo consiguieseis (con las piernas mojadas y el riesgo de ser arrastrados por la corriente), más adelante encontraríais otros dos arroyos que atraviesan la pista superior. Deberéis volver por donde habéis llegado. Hasta que regrese el estiaje, o vais y volvéis por la pista de La Tejea (o la de Marinejo, aunque ésta más removida por las escorrentías), o vais o volvéis por el lado contrario de la Pista Heidi (o enlazando ésta con el canal mediante La Tabladilla). Ya es imposible hacer todo el circuito circular de un tirón.
El aspecto positivo es que en este momento podéis caminar en altura con un poco menos de equipo encima que hace apenas un mes y medio. El viernes subí al Pinajarro ataviada como en mi última entrada, pero me bastó sólo un anorak. Esto facilita el avance. También ayuda mucho el que ahora nos deshidratemos algo menos.
Debéis tener en cuenta que la fuente de la cual parte la pista del Pinajarro sigue estando seca.
En la Solana de Andrés, el deshielo os permitirá recoger agua en la cuneta sin ningún problema. De hecho, las peligrosas placas de nieve y hielo de las que os hablaba en mi última entrada han desaparecido. Sin embargo hace tres días, el pilón-piscina que se construyó en la Pista Heidi poco antes de la bifurcación que tomaremos para llegar hasta la Solana, del que siempre mana agua, estaba seco. Tendréis que haber repostado en la fuente de la plaza de toros.

Los verdaderos protagonistas estan aquí